CURIOSIDADES SOBRE ELVIS PRESLEY
¿Sabes que Elvis utilizaba tres tipos de gomina diferente para peinarse el tupé? Todos los que conocieron a Elvis en los inicios de su carrera coinciden en que era un chico sencillo y modesto, pero absolutamente preocupado por su aspecto. Su tupé, perfectamente esculpido, fue sin duda una de sus principales señas de identidad. Hoy se cumplen 33 años de su muerte. Todos los que conocieron a Elvis Presley en los inicios de su carrera coinciden en que era un chico sencillo y modesto, pero absolutamente preocupado por su aspecto. Con sus primeros dólares se compraba trajes en Lansky's, una pequeña tienda de Memphis donde el dueño le traía modelos en tonos rosas y blancos sólo para él. Con el paso de los años, su gusto se fue haciendo cada vez más barroco: le apasionaban las joyas, los trajes de cuero ajustados, grandes cinturones… Y, cuando ya estaba en el estrellato contrató al sastre de Frank Sinatra, que fue el artífice de sus trajes con capas, que imitaban al Capitán Trueno. Su tupé, perfectamente esculpido, fue sin duda una de sus principales señas de identidad. "Me fascinaba mirar cómo se peinaba por la mañana", recordaría su amigo, el músico Jimmie Rodgers Snow. "Usaba tres aceites diferentes para el pelo. En la parte delantera, una cera muy fuerte para el tupé, un tipo de aceite para la parte de arriba y vaselina atrás. Decía que era la única forma de que el pelo cayera perfecto mientras actuaba". En casa como en ningún sitioCuando comenzó a ganar dinero, su única pretensión era comprar una casa para sus padres. Y eso es lo que hizo en 1957, cuando adquirió la casa más famosa del mundo: Graceland. Con 18 habitaciones y un espectacular jardín, el cantante buscaba sobre todo que su madre se sintiera cómoda y feliz, por lo que mandó construir un gallinero donde Gladys daba de comer a sus animales. La mansión, decorada por George Golden, es un batiburrillo de estilos recargados, que van desde la psicodelia de la "habitación de la televisión" al aspecto selvático de la "estancia salvaje". La casa siempre ha producido una atracción irrefrenable sobre sus fans, y cuando todavía Elvis vivía en ella ya peregrinaban hasta sus puertas. Es el caso de Bruce Springsteen que trató de saltar la valla de la mansión en 1976 –aunque fue detenido– o Jerry Lee Lewis, que pistola en mano, se plantó en la puerta de Graceland en noviembre de 1976, afirmando que quería matar al Rey. Aunque era su hogar principal, Elvis tenía otras casas, como la de Bel Air, donde sus invitados más celebres fueron los Beatles, que acudieron a la casa en 1965. Cuando los de Liverpool entraron en ella, se encontraron con Elvis tirado en un sofá, tocando el bajo y contemplando la televisión sin sonido. "Sé que Paul, Ringo y George estaban tan nerviosos como yo", recordaría después John Lennon. "Éste era el chico al que habíamos mitificado durante años. (…) Sin embargo, Elvis hizo lo posible para que nos sintiéramos como en casa". Todos se relajaron con una sesión conjunta entre los Fab four y el de Tupelo. Las aficiones de Elvis
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